EL PROFESIONAL DEL TRABAJADOR SOCIAL EN LA GESTIÓN Y DIRECCIÓN EMPRESARIAL. La Felicidad Corporativa y su relación con el Trabajo Social
La figura del "Gerente de la Felicidad" nace en Chile en el año 2006, como respuesta a la necesidad de poner fin a la fuga de talentos. Ahondemos en este interesante paradigma empresarial, que tiene como finalidad impulsar la eficiencia de los trabajadores y, por ende, maximizar la productividad.
Entre otras medidas, los cambios introducidos se centran en aspectos tan importantes como las políticas de puertas abiertas,
donde el jefe se encuentra integrado físicamente entre los miembros su
equipo de trabajo, mostrándose accesible a los empleados y
transmitiéndoles de manera horizontal que son un valor indispensable en
la compañía ó la máxima flexibilidad del horario laboral,
adaptando las horas de entrada y salida al trabajo a los intereses y
necesidades de los empleados, como plan de apoyo a la conciliación
familiar y laboral y muestra de confianza hacia los mismos.
La desmotivación laboral puede deberse a diferentes causas, que surgen de manera aislada o combinada:
* Gestión inadecuada de recursos humanos,
desde donde no se atiende a la necesidad de los empleados de sentirse
visibles y reconocidos en sus tareas. Cuidar talentos se basa en dirigir
en positivo: correcciones en privado, reconocimientos y validaciones en
público, comunicaciones en positivo, plena transparencia... Es
fundamental cuidar y agradecer a las personas que permiten crecer a
nuestras compañías y para ello, la figura del jefe debe causar respeto
(y no miedo), porque nos guste o no, los empleados son fieles reflejos
de sus jefes.
* Problemáticas sociales que pueda estar atravesando el empleado.
Cualquier persona puede atravesar en su vida alteraciones en el ámbito
familiar, económico, de vivienda, de salud...etc, de ella misma o de
cualquiera de sus convivientes. Por ejemplo, un déficit repentino de la
autonomía personal de un cóyuge o progenitor, la acumulación de deudas
que no permitan cubrir las necesidades básicas de subsistencia, la
necesidad de acceder a una vivienda adecuada a una nueva estructura
familiar (nacimientos, reagrupaciones familiares...etc) o reconocimiento de un grado de
discapacidad derivado de una enfermedad sobrevenida de un hijo, son algunos
ejemplos de situaciones que pueden acontecer e interrrelacionarse y que
sin duda, pueden derivar en la bajada de rendimiento laboral del colaborador. Tengamos presente que todas las personas presentan problemáticas sociales en algún momento de sus vidas.
Ambos aspectos, y la desmotivación en el trabajo como denominador común, acarrea consecuencias: la merma
de la concentración y del rendimiento laboral, el empeoramiento del
clima laboral, el incremento del índice de absentismo laboral, de
siniestralidad o de rotación de personal y todo ello repercute negativamente en su productividad y en entre otros, en los beneficios de la compañía.
Los
Trabajadores Sociales de las empresas indicen en las problemáticas
sociales que pueden aflorar en las vidas de los empleados, en muchos
casos posibilitando la prevención de estas situaciones- problemas, que con ayuda de un diagnóstico social precoz, pueden no llegar a manifestarse en todas sus
dimensiones. En otros casos el profesional incide en la reducción del
daño social, contribuyendo a encontrar una respuesta a las
circunstancias sobrevenidas y mitigando sus consecuencias.
Según la experiencia que comparte D. Rodrigo Rojas, que ostenta el cargo de Gerente de Felicidad en el BancoEstado Microempresas de Chile, algunas de sus funciones son "escuchar a los colaboradores y ser proactivo en disolver los problemas que aparezcan"...habiéndose posibilitado que el porcentaje de rotación de personal se reduzca a mínimos históricos. En el caso de esta empresa la rotación ha descendido de un 17% a un 2,5%. Rojas asegura que "la gente no renuncia a las empresas, sino a los malos jefes"*.
Algunas
de las compañías que defienden la Felicidad Coorporativa son Google, Patagonia, Zappos...** y es
fundamental que este paradigma y su ejemplo de buenas prácticas se
extienda en todos los sectores: privado, público y tercer sector, bajo la denominación que se determine.
Para mí y desde mi experiencia como Directora y Trabajadora Social de diferentes empresas es evidente que la figura del Gerente
de la Felicidad se ve complementada y sin duda, perfeccionada, si el profesional posee las
competencias disciplinares y técnicas de un Trabajador Social y la
conjugación de Trabajo Social con la gestión y dirección empresarial deben ir de la mano.
*https://www.thegeniuschoice.com/2015/07/gerente-de-felicidad-la-gente-no-renuncia-a-las-empresas-renuncia-a-los-malos-jefes/
Rocío Blancas Avilés